La principal diferencia entre suelo rústico y urbano reside en su potencial de desarrollo y la presencia de servicios urbanísticos. El suelo urbano está destinado a la construcción y cuenta con infraestructuras como agua, luz y alcantarillado, mientras que el suelo rústico, por lo general, no permite la construcción y se dedica a actividades agrícolas, ganaderas o forestales.

Suelo Urbano:
- Destino: Construcción de viviendas, comercios, oficinas, etc.
- Servicios: Dispone de servicios urbanísticos básicos como agua, luz, alcantarillado, pavimentación.
- Urbanización: Está sujeto a planes de ordenación urbana.
- Construcción: Permite la construcción de edificios y viviendas según la normativa urbanística.
- Revalorización: Mayor potencial de revalorización debido a su uso inmediato.
Suelo Rústico:
- Destino: Actividades agrícolas, ganaderas, forestales o recreativas.
- Servicios: Generalmente no cuenta con servicios urbanísticos básicos.
- Urbanización: No es urbanizable, es decir, no se puede construir libremente.
- Construcción: Se permiten construcciones secundarias o de apoyo a la explotación (almacenes, instalaciones agrícolas).
- Revalorización: Menor potencial de revalorización que el suelo urbano.
En resumen, el suelo urbano es aquel que está preparado para el desarrollo urbano y la construcción, mientras que el suelo rústico se mantiene como un espacio para actividades agrícolas y naturales, con restricciones a la construcción.